¿Alguna vez te has preguntado qué percepción tienen otras personas sobre ti con base en la forma como hablas, el tono de tu voz, o las palabras que usas? ¿Podrán deducir que posees esta o aquella característica? Lo más probable es que sí. En realidad, la manera como hablamos da señales sobre nuestro origen geográfico, clase social, o nivel educativo, por mencionar algunos elementos identitarios. La pronunciación en términos generales y, en particular, el acento es la primera manera cómo quedamos al descubierto del otro.
La pronunciación versus el acento
Para el caso concreto de aprender inglés, afrontamos el reto de la pronunciación. Un reto de dimensión considerable por enfrentarnos a aprender sonidos que no tenemos en nuestra lengua materna, por intentar controlar los nervios que produce hablar en una lengua que aún no dominamos, o por percibir que podemos sonar “muy latinos” o sentir que no hablamos “como los gringos”. Así entramos en conflictos sobre si nuestro acento es suficientemente bueno, o parecido al de los norteamericanos, los ingleses, o los australianos, por nombrar algunos. No obstante, la inseguridad generada por no tener cierto acento conduce a no exponernos y, por ende, a no desarrollar nuestra habilidad lingüística. Esta situación es en ocasiones exacerbada por la publicidad que hacen algunas escuelas de lenguas, que prometen ayudarnos a conseguir “el acento” con profesores nativos.
Dicho esto, es necesario entender qué es entonces el acento. Este término se refiere a las variaciones que puedan presentar los hablantes en su pronunciación. Por ejemplo, es de conocimiento general que en inglés norteamericano el fonema “r” final se pronuncia, como en la palabra flower /ˈflaʊər/, que se dice ‘flauer’, mientras que en la mayor parte del Reino Unido no se pronuncia, pues allá dicen /ˈflaʊə/ ‘flaua’. Como aprendientes de inglés debemos reconocer que todos los seres humanos tenemos acento en nuestra lengua y en las otras que aprendamos. Y es algo normal.
El acento británico
Ahora bien, algunos acentos gozan de mayor prestigio o estatus que otros. Muchas personas tienen un gusto particular por el acento británico, que dicho sea de paso no es uniforme. Hay variaciones en la pronunciación (acento) incluso dentro de la misma ciudad de Londres, donde hay una variedad que se denomina Multicultural London English (MLE) o inglés multicultural de Londres, asociado con la juventud y la clase trabajadora, conviviendo a la par con el llamado inglés de la BBC que, particularmente, no deja entrever características identitarias a primera vista. También existe el acento cockney que es asociado también con la clase trabajadora. Estos acentos, entre otros más, poseen características particulares y hacen que los hablantes se diferencien entre sí y dejen entrever su ubicación geográfica, su nivel educativo o su labor.
Retomando lo anterior, algunos acentos del Reino Unido han gozado de mayor reconocimiento. Por muchos años, en el imaginario colectivo de los aprendientes de estas latitudes, especialmente en Colombia, estuvo la idea de que había que hablar como la reina Isabel, como James Bond o como el primer ministro. Incluso, muchos libros de texto y materiales de aprendizaje apelaban a cierto acento de clase social media-alta en los diálogos que los aprendices escuchaban en las grabaciones.
Algunos nos preguntábamos si en verdad las personas hablaban así, pues parecían actores, no hablantes. Recientemente hemos entendido que no importa tanto qué acento tenemos como sí que nos hagamos entender. Es decir, hemos ido girando hacia la comprensión de que así tengamos acento latino, nuestro fin es que lo que digamos sea inteligible (claro) de forma tal que el interlocutor no tenga que hacer un esfuerzo, no sólo para entender nuestras ideas sino también sobre cómo las decimos.
Así pues, aquellas personas que tienen por objetivo aprender a hablar inglés desde casa pueden perder el miedo a ello, entendiendo que el acento, o la variación en la pronunciación, es algo normal. Esta comprensión les ayudará a ganar confianza para hablar inglés y practicarlo en línea o en vivo. Tener conciencia de que todos tenemos acentos les podría ayudar a reducir la ansiedad asociada al proceso de aprendizaje.
Buen día, definitivamente estoy de acuerdo con no aprender el objetivo de hablar inglés, independiente de un acento, saber comunicarnos en este contexto cada vez globalizado nos exige aprender de manera significativa y dialogar de manera asertiva y eficaz.
Gracias por compartir tus ideas. Es cierto, en tanto los temas tienen un significado para nosotros, será más fructífero aprender. En cuanto a la asertividad, es algo que se va aprendiendo en la comunicación día a día y con base en las experiencias comunicativas que tengamos.